El reciente ataque en Cañete, donde perdieron la vida tres carabineros, ha resaltado el grave problema de inseguridad en Chile.
Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), advirtió en el pasado Encuentro Nacional Empresarial de La Araucanía (Enela) sobre cómo la inseguridad frena la inversión y el desarrollo económico.
Mewes expresó que millones de chilenos viven atemorizados, tanto en áreas urbanas como rurales, lo que inhibe la actividad económica y empresarial en el país. En su discurso, destacó que "sin seguridad no hay inversión y sin inversión no hay creación de empleos", poniendo en relieve la importancia de un ambiente estable para el crecimiento económico.
El presidente de la CPC también señaló que las bandas del crimen organizado han tomado control de las calles, imponiendo un clima de miedo entre los comerciantes y empresarios. Este ambiente adverso impacta directamente en la apertura y operación diaria de los negocios, con comerciantes que enfrentan extorsiones regulares.
Además, Mewes criticó la respuesta del Estado frente a la crisis de seguridad, argumentando que el gobierno está "fallando" en aplicar medidas efectivas para mitigar la inseguridad y la violencia en las calles. Según él, esta situación bloquea el emprendimiento, la innovación y el desarrollo del comercio internacional y el turismo en Chile.
El líder empresarial subrayó la necesidad de reducir las burocracias e incrementar la certidumbre para los inversionistas, considerando que el sector privado es fundamental en la inversión local. Su llamado fue a implementar políticas que realmente propicien un clima de crecimiento económico.
La situación en Chile no es única, otros países de América Latina enfrentan retos similares en cuanto a seguridad y su impacto en la inversión. Por ejemplo, en México, la inseguridad también es un factor que los inversionistas consideran significativamente al tomar decisiones sobre sus capitales.
Este clima de inseguridad en Chile se refleja en un contexto global de desaceleración económica, donde los inversionistas buscan estabilidad y certezas que actualmente el país parece incapaz de ofrecer. La urgencia de mejorar la seguridad es crucial para revitalizar la confianza de los inversionistas y fomentar un entorno propicio para la inversión.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, también presente en el pasado Enela, compartió preocupaciones similares, lo que sugiere que el gobierno es consciente de los problemas, aunque hasta ahora las soluciones efectivas parecen ser limitadas.
Este diálogo entre el sector privado y el gobierno es vital para abordar estas preocupaciones de manera conjunta.
El ataque en Cañete es un trágico recordatorio de los desafíos que enfrenta Chile en materia de seguridad pública. Es fundamental que tanto el gobierno como el sector privado colaboren estrechamente para desarrollar e implementar estrategias que restablezcan la seguridad y, por ende, la salud económica del país.
Comments