Chile

Tere Paneque, astrónoma y escritora: “Hay que rescatar la curiosidad de la infancia, es la mejor manera de hacer ciencia”

“El universo según Carlota” analiza, en su tercera entrega, la posibilidad de vida extraterrestre y los exoplanetas

Tere Paneque, astrónoma y escritora: “Hay que rescatar la curiosidad de la infancia, es la mejor manera de hacer ciencia”
Por Coty Vitalic

Una atareada temporada de estudios es la que mantiene la chileno-española Teresa Paneque en Alemania, donde es candidata a Doctora en Astronomía en el Observatorio Europeo Austral (ESO) y en la Universidad de Leiden (Holanda). Entre sus estudios, se hace el tiempo para concretar otra de sus pasiones: la escritura. De hecho, recientemente publicó el tercer libro de su saga dedicada a adolescentes y niños titulada “El universo según Carlota”, donde relata en términos simples temas complejos como “Asteroides y estrellas fugaces” o “Agujeros negros y explosiones estelares”, tal como son los anteriores títulos. La joven autora nacida en España en 1997, no descarta “escribir dos o tres libros más, porque estoy llena de ideas”. En conversación con CanalPaís, adelantó que podrían ser “sobre temas que nos faltan por estudiar, las galaxias son apasionantes y falta todavía hablar sobre la expansión del universo”.

Como hija de científicos, su niñez estuvo rodeada de libros por lo que su transición hacia la escritura le resultó muy natural como forma para difundir la ciencia, a lo que se suma un intenso trabajo en redes sociales, donde publica sobre astronomía desde 2019 como @terepaneque, donde tiene más de 440 mil seguidores en sus cuentas de TikTok, Instagram y Twitter. En su exitosa saga, “Carlota es una niña que hace lo que hace cualquier niño que es preguntarse y cuestionarse su entorno, y además se interesa por la ciencia”, aunque afirma que no necesariamente es una versión de sí misma.

Aunque no tiene mucho tiempo libre, señala que en los pocos espacios que le quedan, trabaja “para construir un mundo más justo e igualitario”, donde el acceso al conocimiento es fundamental. “No quiero ser no tener un rol pasivo, quiero ser activa en las instancias con las infancias y creí que la literatura sería una posibilidad de llevar la ciencia”, señala segura, afirmando que “la ciencia es para todos y para todas, no se tiene que ser de cierta manera para interesarse en la ciencia”.

En este contexto, los libros con Carlota como figura central “la comencé porque creo que faltaba algo para que la ciencia fuera más popular, faltaba poner en un relato exequible a los más pequeños esta información científica para hacerla de manera más normal, que cualquier persona pueda disfrutarla y hacerse preguntas”. Esto último es fundamental para Tere pues “la ciencia se basa en hacerse preguntas, porque es la forma de conocer las cosas, investigar y llegar a un resultado”.

De hecho, la protagonista plasma esta idea: “Hay muchas cosas que uno puede pensar y la idea de Carlota no es saber todo. A través de los libros de Carlota lo que pretendo -y sobretodo con el último- es que quienes los lean se hagan preguntas, que quieran saber más del tema, que se cuestionen, que se les abra un mundo y que quieran averiguar más”. De hecho, afirma que “los mejores científicos y científicas van a ser los niños y las niñas, porque ellos tienen mucha curiosidad… Hay que rescatar esa curiosidad de la infancia porque es la mejor manera de hacer ciencia”.

Al respecto, asevera que “cuando somos niños preguntamos todo y en algún momento la manera que tenemos que aprender mientras vamos creciendo nos va presentando conceptos y dejamos de hacer preguntas algunas veces por vergüenza, quizá pensamos que estamos molestando y eso nos impide aprender. Por eso es que a los niños y niñas tenemos que fomentarles esa curiosidad y darle los recursos para que satisfagan esas dudas”.

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En ese escenario, la divulgadora científica aclaró que tanto si se trata de pequeños, adolescentes, adultos o muy adultos, “no saber una respuesta no es algo malo, se puede fomentar la curiosidad e impulsar esa curiosidad y mantener vivo a ese niño interior que todos tenemos y dejar de tener vergüenza de tratar de entender nuestro entorno”, recalcando que “todos y todas deberíamos estar siempre cultivando nuestro pensamiento crítico y cuestionando todo”.

La autora dice que por ahora tiene en mente continuar con la saga pues “mi sueño era poder escribir a los niños” sobre ciencia, recalcando que el éxito de sus textos, “que también son usados como material educativo en las aulas y me parece maravilloso”.

Gracias a Carlota, la autora fue nombrada “Amiga de Unicef” por su compromiso con la inclusión de las niñas en las ciencias, lo que “es un halago porque es un reconocimiento, es algo muy significativo trabajar con Unicef y lo veo como una manera concreta de llevar el activismo científico más allá de las redes sociales. Me encanta porque conecta con la gente del mundo para hacerlo para bien. Pero no puede quedarse sólo en redes sociales, para eso son los libros”, concluyó.