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Una carta de amor a Taylor Hawkins: Así es ‘But Here We Are’, el primer disco de Foo Fighters tras la muerte del baterista

Luego de algunos adelantos, finalmente está disponible completo el nuevo álbum de Foo Fighters. El primero tras la muerte de Taylor Hawkins, quien falleció en Bogotá en marzo de 2022

Por Ignacio Duque

Ya está disponible ‘But Here We Are’, el nuevo álbum de Foo Fighters que llega tras la muerte del baterista Taylor Hawkins, en marzo de 2022, mientras se encontraba en Bogotá, Colombia, para ofrecer un concierto en el marco del Lollapalooza. El disco recién lanzado es el undécimo trabajo de estudio del grupo, pero ciertamente ya tiene un lugar especial en la discografía de Dave Grohl y compañía, ya que desde el dolor le dan la bienvenida a una nueva etapa.

Descrito en un breve comunicado de prensa como “el primer capítulo de la nueva vida de la banda”, en ese sentido, el disco es el sonido de unos hermanos que encuentran refugio en la música que les unió en primer lugar hace 28 años, un proceso que fue tan terapéutico como creativo.

Cuando en julio de 1995 apareció el primer trabajo de Foo Fighters, resultaba muy tentador buscar respuestas en canciones como ‘This Is A Call’, ‘Alone & Easy Target’ o ‘Good Grief’. Aunque se debía leer entre líneas y echarle bastante imaginación para encontrar en esas misteriosas letras de un joven Dave Grohl alguna referencia a la trágica muerte de su querido Kurt Cobain y la consiguiente disolución de Nirvana.

En el presente ‘But Here We Are’, casi tres décadas después, también está marcado por la pérdida de seres queridos, y el golpe fue doble. Primero, la inesperada muerte de su gran amigo Taylor Hawkins, baterista de la banda desde la presentación del segundo disco, y unos pocos meses después la de su madre, Virginia. Sin embargo, ahora Grohl ya no esconde sus sentimientos en frases metafóricas; aquí hay reflexiones en voz alta y mensajes diáfanos dirigidos a los que ya no están. Otra diferencia respecto al debut: ya no está solo. Foo Fighters son una familia y juntos tenían que superar estos golpes.

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En el primer adelanto del disco, ‘Rescued’, ya podemos encontrar referencias claras a la súbita partida de Taylor en plena gira y al poder sanador de la música. Y esa mezcla, por cierto, será la tónica de este disco de rock potente, rebosante de emoción, afectado pero positivo, a pesar de todo.

El disco prosigue con un medio tiempo ensoñador como ‘Hearing Voices’, que arranca y acaba con una acústica, y el corte que da nombre al disco, cuatro minutos de pura épica guitarrera con la garganta de Grohl en primer plano haciendo de las suyas. Y entonces es el turno de ‘The Glass’, la canción posiblemente ‘friendly’ del disco, también una de las canciones más duras y al mismo tiempo bonitas escritas por la banda. Después de todo, la vida es así, preciosa y frágil como el cristal. 

Hay más canciones disfrutables, pero si hay dos composiciones verdaderamente catárticas (y de alguna manera terapéuticas) estas son ‘Show Me How’ y ‘The Teacher’, aunque sean casi antagónicas. La primera es una poderosa y luminosa balada en la que Violet Grohl, la hija de Dave, participa con unos coros celestiales que arropan y buscan el consuelo de su padre. Por su parte, ‘The Teacher’, dedicada inequívocamente a Virginia, es una asombrosa creación artística que incluye elementos de The Cure y Pink Floyd dividida en varios actos que culmina con un espeluznante abismo de ruido blanco. Como dato, esta canción es la más larga que la banda formada en Seattle ha lanzado en su historia, con 10 minutos trepidantes que asimilan un montaña rusa de emociones. 

Cierra el disco ‘Rest’, una pieza acústica, claramente triste, como aquella ‘Marigold’ que compuso Grohl estando todavía en Nirvana, y otra vez se despide de su mejor amigo y su madre, pero con un hasta luego desgarrador.

GRAN RECEPCIÓN DE LOS FANÁTICOS Y LA CRÍTICA

Este nuevo disco de Foo Fighters está recibiendo gran recepción no solo de parte de los fanáticos más acérrimos de la banda, sino también de la crítica especializada. Muchos, incluso, lo califican como lo mejor que han hecho en varios años.

The Guardian, por ejemplo, califica a ‘But Here We Are’ como un acto de duelo crudo y sin disculpas”, entregándole cuatro estrellas de cinco. Mientras que Louder Sound apunta al hecho de que por segunda vez, “Dave Grohl perdió a un compañero de banda. Y por segunda vez, ha recogido los pedazos y ha seguido adelante”. Mientras que NME afirmó que el álbum “es una hermosa y ruidosa celebración de la hermandad y una cruda y dolorosa exploración de la pérdida”.

Taylor Hawkins

Es desordenado, desgarrador, ambicioso, nostálgico, melancólico y magnífico a partes iguales, ya que los miembros restantes de Foo Fighters, Pat Smear, Chris Shiflett, Nate Mendel, Rami Jaffee y hasta el nuevo baterista, Josh Freese, se empujan a sí mismos hasta sus límites y más allá. De igual manera, ‘But Here We Are’ es un recordatorio innegable del poder curativo y unificador de la música.

La familia Foo Fighters no deja ningún aspecto de sus discos al azar, y esa portada inmaculadamente blanca (similar al White Album de Los Beatles) no puede ser una excepción. Tiene todo el sentido si comprendemos que hacer música partiendo del sufrimiento tiene un efecto purificador. En cualquier caso, sólo podemos darles las gracias por tanta verdad, por esta carta de amor dirigida a Taylor Hawkins. El título no puede ser más elocuente y efectivo. Esto duele, pero ahí siguen y seguirán.