América Latina

Lucio Dupuy: El crimen del niño torturado y golpeado por su mamá que conmociona a Argentina

El niño de 5 años Lucio Dupuy murió en el Hospital Evita de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, el 26 de noviembre de 2021 tras recibir una fuerte golpiza

Lucio Dupuy: El crimen del niño torturado y golpeado por su mamá que conmociona a Argentina
Por Cristian Torres Diaz

Vivía en un departamento junto su madre, Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y ella junto a su pareja, Abigail Páez, de 27.  Las dos están actualmente detenidas e imputadas por su muerte.  Horas antes de morir, ambas mujeres lo llevaron con convulsiones a una comisaría donde intentaron reanimarlo sin éxito.  Luego fue trasladado al hospital donde finalmente murió.

El informe forense, arrojó un resultado concreto.  El niño «presentaba politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data» y su muerte se produjo por una «hemorragia interna», producto de las agresiones. Asimismo, encontraron «lesiones en la parte genital del niño», por lo que se determinó que podría haber sufrido también abusos sexuales. «En mis casi 30 años de profesión nunca vi algo así», apuntó el experto Juan Carlos Toulouse.

El pequeño Lucio Dupuy fue asesinado a golpes por su madre y la pareja de esta, el 26 de noviembre de 2021

Inicialmente Espósito Valenti fue acusada de «homicidio calificado por el vínculo» y Páez, su pareja, de «homicidio simple». Fueron llevadas a la comisaría 6ta. de Santa Rosa, pero unos días más tarde, tras denunciar agresiones de otras detenidas, fueron trasladadas a un Complejo Penitenciario de la Ciudad de San Luis.

La investigación avanzaba y se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales en su ciudad de origen, aunque no existían denuncias del jardín infantil al que asistía. Por lo mismo, se inició una investigación de carácter administrativa a nivel gubernamental para buscar la responsabilidad de los funcionarios que pudieron actuar por omisión.

“Perdoname, hijo. No llegué a tiempo, perdoname por no poder hacer nada”, expresaba en sus redes sociales Christian Dupuy, el padre del pequeño, horas después del asesinato de su hijo. Esas palabras, provenientes de una carta que publicó en su cuenta de Facebook, se hicieron virales y provocaron una enorme conmoción en todo el país.

El proceso judicial

Casi un año después, se inició el juicio oral, el trámite se desarrolló a puertas cerradas debido a que se trataba de una víctima menor de edad.  El alegato contó con más de 100 testigos y los jueces designados escucharon uno a uno los antecedentes, incluso con antecedentes forenses que expusieron agresiones sexuales.

El pasado 22 de diciembre, la Fiscalía a cargo de Walter Martos, Verónica Ferrero y Marcos Sacco, pidió que Espósito Valenti y Páez sean declaradas culpables del «homicidio calificado y abuso sexual», que prevén la prisión perpetua. El abogado  querellante por parte del padre de Lucio, introdujo en su acusación el agravante de «odio de género», y que las imputadas fueron responsables «por acción u omisión» de las presuntas conductas violentas.

Magdalena Espósito Valenti, imputada por el crimen de Lucio Dupuy

La defensa de las agresoras planteó la hipótesis de un hecho «preterintencional», esto significa que la madre y la pareja tuvieron la intención de hacerle daño a al pequeño, pero no de causarle la muerte.

Nadie actuó, ni estuvo a la altura

La famila paterna de Lucio anunció que iniciarán una demanda contra la provincia de La Pampa, donde se dieron los hechos, ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por no responder a los pedidos sobre el cuidado del menor. También incluirán en la demanda a los médicos que atendieron al niño y no respondieron ante las agresiones sufridas sin activar el protocolo de violencia infantil.

Vecinos y familiares de Lucio comentaron a medios locales que, meses antes de cometido el crimen, ya habían realizado varias denuncias ante las autoridades. «Hicimos exposiciones, pero nunca fuimos escuchados», dijo Ramón Dupuy, abuelo de Lucio.

“La justicia amparaba a la madre, si nos llevábamos al nene, íbamos presos”, dijo por su parte Maximiliano, tío del menor quien apuntó contra la Secretaría de la Niñez. «Apoyó sus mentiras, nunca comprobó nada», dijo. Y explicó que “en noviembre de 2018 trajimos al nene porque ella nos entregó a Lucio porque no estaba en las condiciones para criarlo, en febrero nos dio una autorización para poder hacer con Lucio todo, llevarlo al hospital o de viaje. En julio nos dieron la tutela y con ese papel nos habían dicho que era suficiente. No fue así cuando a ella se le ocurrió ir a buscar a Lucio, comenzaron las denuncias, las idas a la comisaria. Ella decía que nosotros maltratábamos a Lucio físicamente y mentalmente”, agregó.

Mensajes por WhatsApp que la incriminan

Una vecina, testigo del caso, contó que desde su habitación escuchaba los golpes que en la tarde de ese día estaba recibiendo el pequeño Lucio. Lejos de ignorarlos, decidió actuar. La vecina le escribió a su hermano para que la ayudara a llamar a la policía.

En la conversación, la mujer le pide a su familiar que llame a la policía por la situación violenta que estaba escuchando en la casa de Lucio. “¿Me llamás a la policía? Que yo tengo el parlante roto. Porque le están pegando al nene de al lado”, escribió la vecina. Del otro lado, le responden que la policía ya estaba en camino. La mujer sigue la charla y agrega: “Todos los días llega del jardín y la novia de la mamá lo caga a palos. Les golpee la pared porque se escucha todo desde mi pieza y en la calle también”.

Mientras el hermano de la mujer le repite que la policía estaba —teóricamente— en camino, la testigo que declaró en el juicio le da más detalles del horror. Le comenta una frase que escuchó en la que una de las ahora acusadas le habla a la otra. “Le dice: ‘Sacale la ropa y cagalo a palos, dejalo marcado porque lo mato yo’”, declaró la testigo.

El chat clave de la vecina de Lucio

La separación de los padres

Christian se había separado de la agresora y Lucio quedó en custodia de sus tíos paternos informalmente, ya que la mamá estaba desempleada y Christian trabajaba a varios kilómetros de Santa Rosa, específicamente en la ciudad de Luján. Pero en enero de 2020, ese acuerdo se quedó en nada cuando la madre inició su emprendimiento de venta de tortas y rentó un departamento junto a Abigail, su pareja. Advirtiéndo una mejora económica, la mujer propuso recuperar la tenencia de su hijo y comenzaron los conflictos.

El padre de Lucio, Christian Dupuy, junto a su hijo

Pese a que la familia estableció un «régimen de visitas», testimonios familiares comentaron que «cada vez que la madre iba a buscar al nene era todo un escándalo. Llamaba a la Policía y hacía denuncias de impedimento de contacto. Era una situación muy traumática para todos”.

Ley Lucio: qué dice y en qué estado está el proyecto

Poco después del crimen, la difusión que tuvo el caso motivó que las denuncias por maltrato a la niñez al programa del Ministerio de Justicia se multiplicaran en un 73% en los primeros días de diciembre, según informó la directora del programa «Las Víctimas contra las Violencias», Eva Giberti.

Esto motivó al diputado de La Pampa, Martín Maquieyra (PRO) a presentar el proyecto de la “Ley Lucio”, que promueve la “protección de los derechos de la infancia y prevención contra la violencia de los niñas, niños y adolescentes”. En noviembre de 2022, el proyecto reunió 228 votos a favor y ninguno en contra en la Cámara de Diputados y se giró al Senado. Hace pocos días, el presidente Alberto Fernández decidió a través del Decreto 45/2023 incluir al temario de sesiones extraordinarias el tratamiento del proyecto de la Ley Lucio.